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miércoles, 14 de octubre de 2009

La huerta y la luna


La luna es el único satélite natural de nuestro planeta. Es para los poetas musa, para los científicos futuro hogar del ser humano, y para los artesanos de la tierra componente indispensable que actúa sobre sus cultivos.
Este astro gira trece veces por año alrededor de la tierra e influye en muchos procesos que en ella se desarrollan. Aunque no es el único, el más conocido es la fuerza lunar que rige y determina las mareas. Según la agricultura biodinámica, ciencia que se interesa en el aspecto vital orgánico de las plantas y también en las fuerzas naturales que actúan en la biosfera y en la tierra, los movimientos lunares actúan definitivamente sobre los cultivos y su crecimiento. De hecho las fases lunares nos afectan a todos, pues la fuerza gravitatoria de la luna ejerce influencia sobre todos los líquidos del planeta; y tanto nosotros como nuestros cultivos estamos constituidos mayormente por agua.
Cada planta, hortaliza, árbol de nuestro jardín o huerta; está formado tanto por agua como por la savia con la que se alimenta. Para entender cómo la luna influye sobre lo que cultivamos, veamos un más acerca de la savia. Como sabemos nuestras plantas toman agua del suelo, y como tal, no está sola sino llena de sales minerales. Esta mezcla de agua y sales conforman la savia bruta. La savia bruta, agua y minerales que ayudamos a formar en nuestro suelo, según como lo tratemos, es transportada por el tallo, ya sea largo, corto o medio; hasta las hojas de nuestra planta. Es verdaderamente allí donde se junta el dióxido de carbono que los cultivos nos ayudan a sacar del aire para que respiremos mejor. Con la savia bruta, (que de bruta nada) se forma el alimento real: la savia elaborada.
La savia es alimento y vida. Corre por el tallo de forma liquida, y es ahí donde aparece nuestra luna. Se ha comprobado que la luna actúa sobre la savia desde la parte más elevada de la planta hasta la mas profunda, en la zona de la raíz. En muchos casos se ha observado que en nuestras plantas las flores crecen según el flujo de las mareas. Cuando el agua del mar crece, el líquido de nuestras flores también lo hace. Cuando decrece, el flujo de agua disminuye junto con el desarrollo de las flores.
La luna, como todo lo que forma parte de nuestro universo, no se mantiene estática. Los procesos, los seres humanos y los ciclos que conocemos, tienen varias fases; así, la luna también. Cada fase de la luna está determinada por la forma en que la cara lunar, que mira a la tierra, es iluminada por el sol. La luna gira sobre su propio eje, y a su vez, alrededor de la tierra en el transcurso del mes. Por eso es que cada treinta días vemos todas las fases lunares, según donde esté la luna con respecto a la tierra, y como ya dijimos, cómo la esté iluminando el sol.
Para que nos informemos más de nuestra hermosa luna y sus movimientos debemos saber que las fases son cuatro: luna llena, luna nueva, cuarto menguante y cuarto creciente. Según cada fase, la luna es más, o menos iluminada por nuestro dios sol ( Inti para los quechuas); y por lo tanto llega más luz o menos luz, a nuestras huertas.
Cuando nuestra luna ésta llena quiere decir que se encuentra alineada con el sol y la tierra, y la iluminación es del 100 %. La sabia recibe más luz y es la mejor época para recolección de frutos y preparación de la tierra. Mientras dejamos que la savia, futuro alimento de todos nosotros, corra tranquila por la planta brindando el alimento necesario y haciendo que nuestras plantas crezcan en altura.
La luna nueva aparece o mas bien desaparece cuando nuestro satélite esta ubicado entre la tierra y el sol, en esos días los cultivos reciben menos luz lunar. Es por eso que es el mejor momento para retirar las hojas o frutos secos, eliminar las malas hierbas, preparar el suelo y disminuir la cantidad de agua que se les da a tus plantas, ya que la savia corre más lento.
Cuando vemos que nuestra luna adapta la forma de la letra “D”, está pasando por el cuarto creciente, la savia de nuestros cultivos se encuentra paseando por la zona aérea de la planta. Por esta razón es momento de plantar y podar en nuestra huerta, ya que aunque cortemos el crecimiento será efectivo por la savia presente.
La fase que nos falta nombrar es la luna en cuarto menguante, donde la luna adopta la forma de la letra “C”. La savia se encuentra en las partes subterráneas, se recomienda la siembra de las hortalizas donde se consume la parte subterránea, como es la zanahoria o la papa.
Entonces solo queda agradecer a nuestra luna, por ser madre de hechizos, inspiración de muchos, guía de varios y madre de nuestros alimentos.

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